22.11.15

NO-MADE


- Dale.

- No.

- Dale, sabes que es ahora.

- No sé, no quiero…estoy cansada.

- Vos sabes cómo es.

- Uf.

Y así es como no me es dado aferrarme. Permitido. A nada. A veces es tan rápido el desapego, como una fiesta. Claro que me tengo que ir, pero ¡tan rápido! Es de alguna forma una constancia. Una ciudad, un amor, otro amor, otra ciudad, ciudad, trabajo, arte, pensador, nada de eso. Si tengo una vida, y luego viene otra, será entonces, otro amor, usted se imagina. Los sucesos tienden a la trama.

15.11.15

COSTO DE OPORTUNIDAD

Era una ridita que le brillaba en el fondo de los ojos atrás de las pupilas y que la degradación del día iba pelando hasta borrarla en degrade al final de la jornada. Pero todos los días salía de nuevo como una yerba mala que desconoce su adjetivo y sonríe al sol, ofreciendo sus senos a gente que la odia. 
Algunos días la ridita no sale. Esos días son como un rasguño largo o una caída que no aterriza, una caída que existe circular porque no se realiza de ni en ningún lado.
El empleador prefiere el ojo opaco pero, en realidad, el que lo hace ganar es el ojo con ridita.


9.11.15

LO QUE SOBRA

Que se caigan tus vanidades,
una por una, indefensas,
por completo aterrorizadas de cicuta.
Ante quiero verlas arrodilladas, como cualquier vanidad.

Sabe crecer en el fondo, como cualquier soberbia sabe hacer.
Imagino lentamente el movimiento,
una estatua griega trastabillando
¿Cómo, en su quietud?

Cayendo sin que nada algo,
sin ningún suceso que le salva a último momento:
héroe o casualidad agotados,
sin suspenso.

Quiero ver quebrarse tu sonrisa reventada.
Te susurró al oído que las cosas son así al trastabillar
y no el trastabillante como se piensa.
Como una burla claro, explico tu desgracia.

Tu sonrisa abierta y plástica,
cientos de pequeñas organelas orquestadas.
Sucia.
Como las buenas, malas; intenciones y ejecuciones.

Alambrados.
Aquí y allá, alambrados.
Por todos lados pedazos de metal, palo, metal, agujeros.
Un nudo herrumbrado.

Miro adentro tuyo
¿Cómo puede ser cierto que no hay nada?
Sí llego, es en esa última forma que es la indiferencia.
Te observe como un científico lleno de terquedad.

Investigarte como un turista que renuncia a la posibilidad de entender.
Desde el aventurero que intenta extraer su vacío.
Agarrándote como un artista que no usa palabras largas
y no se dice a sí mismo artista.

Captarte entre cientos de miles.
Yo te captaría con la sensibilidad que me aísla,
esa que es mi carga más horrible.
Una capacidad no requerida pero que podía salvarse, encontrándote.