12.6.16

ESTILO PERIODÍSTICO

En el día de mañana se dará luz verde a la nueva ley de estupefacientes. Recordamos que esta normativa surgió a raíz del hombre que fuera encontrado muerto en una Iglesia Evangelista inexplicablemente abandonada, a mediados de enero del año pasado. El muerto, como ustedes bien recordarán, respondía al nombre de Omar Hotel-o. En aquel momento, nunca imaginaron sus familiares ni la opinión pública, el crimen pasional.

Ahora mismo nos encontramos en el Obelisco donde la manifestación a favor y en contra se desarrolla con completa normalidad, realidad que puede modificarse en unos pocos minutos, como sucedió en aquel juicio, cuando el testimonio final dio un giro de 360° a la causa, revelando la verdad sobre este desnaturalizado hombre que terminó atrapado en su propia trampa.

Para los que no recuerden, hablamos de Omar Hotel-o, quien, harto de la indiferencia de Lorena, su pareja, dejó la violencia común y silvestre para llevar adelante una estrategia diferente, al saber que él nunca podría competir con el amor más importante en la vida de la joven: el paco. Fueron muchas las peripecias hasta que el gomero de San Cristóbal se transformara en dealer y consiguiera un intermediario que la abasteciera regularmente.

Bastó que él la citara en el lugar de los hechos para chantajearla a cambio de la dosis semanal, en una lucha sin cuartel que terminó matándolo como una consecuencia natural del estado de abstinencia ya que, como explicaron los abogados que pusieron a Lorena en libertad, vio al hombre como un objeto que se interponía entre ella y su deseo. Todavía discuten si al menos logró reconocerlo. Ahora las redes sociales explotan comentando la validez de la nueva ley en los, como pueden ver, hashtag que aparecen en la pantalla. Nosotros continuamos aquí, en vivo y en directo.


8.6.16

LÍNEAS SUELTAS

Amor es el contratiempo que nos une.
Las canciones me usan a mí,
giran en sí mismas.
Las personas mantienen lo que se mantiene,
rompen lo que se rompe
¿Quién es el primero?
Posibilidad es darse cuenta.


Vos podés venir acá a contar tu historia.
Nadie va a decir que es parecida a la suya.
Que alguien dijo lo que estás diciendo.
Que el argumento es igual a su anécdota de la infancia.
Vos podés venir acá a contar tu historia.
Nadie te va a pedir que te quedes,
Nadie va a insinuar que te vayas.


Es una tristeza Marga!
Todo era tremendo

¡Terrible!
Ya querías que le pase algo malo.
Así te lo contaba con su boca de cereza apretada
en el comercio de uno mismo, 
sin saber exactamente que se está vendiendo.

Foto de Andres